Esta tarta es ideal para las tardes de invierno y sabe muy rica acompañada de una taza de te. Nosotras (Ana, mi mamá, y yo), decidimos acompañarla, además, jugando al Burako. ¡Que la disfruten!
Ingredientes:
Para la masa:
- 225gr. de harina
- 1 pizca de sal
- 1 1/2 cucharadita de azúcar
- 150 gr de manteca en dados.
- 4 cucharadas de agua fría
Para el rellerno:
- 375 gr de ricota
- 4 ó 5 cucharadas de miel
- 3 huevos batidos
- 1/2 cucharada de canela
- ralladura y jugo de 1 limón
Preparación:
Mezclá la harina, la sal, el azúcar y la manteca. Integrar todo con los dedos hasta que quede como pan rallado o arena. Añadir el agua para formar una pasta compacta y homogénea. Hacer una bola y dejarla 30 min en la heladera.
Mientras hacés el relleno: Mezclas la ricota con la miel, cuando está homogéneo agregás el huevo, la canela, la ralladura y el jugo de linón y mezclar bien todo.
Forrá con la masa un molde de tarta, cubrilo con papel manteca o aluminio y arriba poné muchos porotos o piedritas para que la masa no se levante (un secreto: para que la masa no "se encoja" tiene que estar bien fría cuando entra al horno, así que es mejor estirarla sobre la tartera, dejarla en la heladera media hora más y luego llevarla al horno). Cocinar hasta que se dore (horno moderado a fuerte).
Con la masa ya doradita, incorporá el relleno y llevala a horno a 180º por 20 minutos.
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